La
UNAD en su permanente búsqueda de innovación, calidad y pertinencia, conforme a
su modelo pedagógico (PAPS, 2011), reconoce la importancia del rol del
E-mediador en el proceso de acompañamiento a los estudiantes que optan por una
formación mediada por las Tic´s. En tal sentido,
se entiende que el E-mediador debe, además de estimular y mantener el interés
del estudiante sobre lo que está aprendiendo, debe motivar al estudiante para
que gestione su aprendizaje y adopte comportamientos responsables y coherentes
con la autonomía que se requiere en este tipo de formación a distancia. Es
así como el E-mediador, se constituye en elemento clave del proceso formativo
en AVA.
Lo anterior
se traduce en la necesidad de garantizar el acompañamiento asertivo del
e-mediador, desde la presencia social y cognitiva, las cuales dependen de un
cúmulo de competencias que éste deberá desarrollar, entre estas la capacidad de
comunicarse, interactuar y establecer vínculos con sus estudiantes, de tal
forma que supere las barreras del tiempo y el espacio, genere un clima de
confianza, cercanía y empatía entre todos los participantes, de tal forma que
se sientan parte de una comunidad de aprendizaje (De Aguinaga, 2008). Ello, sin lugar a dudas contribuye a la
pertenencia y permanencia del estudiante en el proceso.
En
esta dinámica de acompañamiento, además de la importancia que tiene la presencia
social y cognitiva del E-mediador en los variados entornos del aula virtual, éste
debe contar con habilidades para diseñar y dinamizar estrategias didácticas que
faciliten el aprendizaje significativo de sus estudiantes y generen experiencia
de interacción que promuevan la co-construcción de conocimiento con sus pares.
Esto es un aspecto crucial en el rol del E-mediador, por cuanto de su capacidad
para diseñar e implementar estrategias didácticas y pedagógicas acordes y
pertinentes con el tipo de conocimiento que se desee generar, dependerá en gran
medida el éxito en la formación, expresado en la satisfacción, motivación y por
ende, en la permanencia del estudiante.
En
otras palabras, se podría decir que entre las maneras de garantizar un
acompañamiento asertivo del E-mediador en AVA, están además de su presencia
social y cognitiva, el conocimiento y la habilidad para proponer estrategias de
aprendizaje coherentes y pertinentes con los propósitos y competencias que se
pretendan fomentar.
Desde
esta perspectiva, cobra importancia el Proyecto Personal de Aprendizaje
Participativo (PLEP), entendido como un entorno de aprendizaje personal que se
apoya en la web y permite al usuario organizar los recursos de aprendizaje y
publicar resultados individuales (Tüker y Zingel, 2008) que den cuenta de su
gestión de la información y el conocimiento. En tal sentido, el PLEP no se
puede definir como una aplicación de software, sino como un nuevo enfoque a las
tecnologías que se utilizan para el aprendizaje Bustamante y Romero (sf).
Pero
¿Cómo aporta el PLEP a la innovación pedagógica, curricular, didáctica y
evaluativa de la UNAD?
Se
debe tener en cuenta que la UNAD fundamenta su modelo pedagógico en tres
principios fundamentales: el aprendizaje significativo, aprendizaje
colaborativo y el aprendizaje autónomo, lo cual se articula fuertemente con el
PLEP, en la medida que emplea herramientas tecnológicas para seleccionar,
acumular, crear y compartir información a partir de un interés, una motivación
o una necesidad. Ello es coherente con la propuesta del aprendizaje
significativo que fundamenta el modelo pedagógico de la UNAD.
En
esta institución valora los saberes previos de los estudiantes, por cuanto se
entiende que el aprendizaje significativo se produce cuando el estudiante apela
a sus conocimientos previos para construir un nuevo aprendizaje. El único
auténtico aprendizaje es el aprendizaje significativo, el aprendizaje con
sentido. Se dice también, que es el
resultado de la interacción entre los conocimientos previos de un sujeto y los
saberes por adquirir, siempre y cuando haya: necesidad, interés, ganas,
disposición por parte del sujeto cognoscente (Ausbel y colb, 1993). Así, De no existir una correspondencia entre
el nuevo conocimiento y las bases con las que cuenta el individuo, no se puede
hablar de un aprendizaje significativo.
Por
otra parte, los PLEP adquieren valor pedagógico cuando se convierten en
herramientas para la mediación entre el estudiante y el docente, o entre
iguales, para facilitar procesos interactivos para la co-construcción y la
apropiación de conocimientos a partir del aprendizaje colaborativo. Es el
escenario donde el estudiante se confronta con sus pares para reafirmar sus
aprendizajes, antes de someterlos a comprobaciones de otro nivel; lo cual lo
motiva a la resolución de problemas cognitivos en equipos con sinergia positiva
(PAPS, 2011).
El
aprendizaje colaborativo es un sistema de interacciones cuidadosamente diseñado
que organiza e induce la influencia recíproca entre los integrantes de un
equipo (Johnson y Johnson, 1998). Se desarrolla a través de un proceso gradual
en el que cada miembro y todos se sienten mutuamente comprometidos con el
aprendizaje de los demás generando una interdependencia positiva que no
implique competencia.
El
PLEP, en su estructura y dinámica, también favorece el aprendizaje autónomo, el
cual se expresa en la capacidad y posibilidad que tiene un sujeto de generar y
construir su propio conocimiento a partir de sus habilidades, cognitivas y metacognitivas,
actitudes. Esto obliga a cambiar los roles y el perfil del estudiante tradicional
para acompañarlo pedagógicamente en el nuevo proceso en donde él es sujeto activo
y protagónico de su propia formación, auto-gestor del aprendizaje a través del estudio
independiente, planificador de sus actividades académicas y sistematizador de
sus experiencias y métodos de estudio y aprendizaje, para que adquiera las
competencias necesarias en el desarrollo del aprendizaje autónomo (PAPS, 2011).
A
manera de síntesis, se puede decir que el PLEP introduce cambios importantes en el rol del docente, lo cual es coherente
con la innovación didáctica, pedagógica y curricular que se viene desarrollando
en la UNAD a partir del modelo E-Learning por cuanto supone un acercamiento
entre pares, el cual se fundamente en la interacción, el diálogo y la
colaboración. Esto le exige al docente
asumir nuevos roles, por cuanto es él quien debe generar estos ambientes para
la socialización y colaboración.
REFERENCIAS
Ausbel,
D. y Otros. (1993). Psicología Educativa. Un punto de vista cognitivo.
Editorial Trillas. Sexta reimpresión México.
Bustamante, R.J. y Bustos, D.S. (sf). Implementación de
un Entorno Personal de Aprendizaje (EPA) en el proceso de enseñanza/aprendizaje
de los estudiantes del Instituto Tecnológico Superior Adventista del Ecuador. Extraído
el 10 de Mayo de 2014 desde http://memorias.utpl.edu.ec/sites/default/files/documentacion/cread2013/Implementacion-de-un-entorno-aprendizaje.pdf
Türker, M. A., Zingel, S. (2008, Julio). Formative Interfaces for Scaffolding Self-Regulated Learning in PLEs. E-Learning Papers. Extraído el 11 de Mayo de 2014 desde http://www.elearningeuropa.info/files/media/media15975.pdf