Específicamente la observación consiste en la
recopilación de hechos acerca de un problema o fenómeno natural que despierta
la curiosidad. Las observaciones deben ser en la medida de lo posible claras y
amplias, ya que han de servir como base de partida para la solución posterior.
En tanto que la formulación de hipótesis se consideran
como explicaciones que se ofrecen ante el hecho observado antes de realizar
cualquier intervención sobre el fenómeno. Permite proporcionar una
interpretación anticipada de los hechos, interpretación que, claro está, deberá
ponerse a prueba en observaciones y experimentos posteriores. Así, las hipótesis
no deben darse como verdaderas, debido a que un mismo hecho observado puede explicarse
mediante numerosas hipótesis.
La tercera de las tareas, la predicción, se hace a partir
de las hipótesis, sobre de lo que se espera encontrar bajo determinadas
condiciones en el caso de que fuera cierta. La predicción puede hacer
referencia a un resultado futuro o pasado, en este caso de denomina
retro-dicción. Implica un proceso de deducción.
Posteriormente se somete a prueba o contrastación dichas
predicciones mediante nuevas observaciones o el desarrollo de experimentos, es
decir ocurre la Verificación. Se busca evidenciar si un hecho es efectivamente
cierto o se presenta en la realidad o si un proceso ocurre o puede ser causado.
En este proceso las predicciones pueden ser o no confirmadas.
Por último, el momento de la replicación corresponde a la
aplicación nuevamente proceso de inducción por cuanto, luego de producir nuevas
observaciones se revisa la hipótesis inicial, para rechazarla, modificarla o mantenerse
en ella, regresando a la predicción. Asimismo este proceso es público y se debe
darse a conocer para que otros puedan repetirlo o duplicarlo. Si las predicciones
se cumplen entonces la hipótesis se refuerza y tras haberse contrastado
repetidamente con éxito por diversos grupos de científicos, la hipótesis se
convierte en una teoría científica. Ver más...